Un grácil recuerdo
La ley de Hofstadter: «Siempre se tarda más de lo que esperas, incluso cuando tienes en cuenta Ley de Hofstadter».1 Este juego de palabras que, a su vez, nos lleva a otras palabras, porque palabras llevan palabras —dicen los adictos a ellas, entre los cuales me incluyo—, nos hace reflexionar sobre un tipo de infinito, uno que alcanzarlo se vuelve inimaginable.
Dicta mucho de la realidad creer que la recursividad —como un tipo de infinito— sólo es un concepto computacional o matemático. Pues la encontramos en la música (Preludio y fuga en mi menor [BWV 548] de Bach), en el arte (las paradojas de Escher), en la lógica (los teoremas de incompletitud de Gödel); y es más, también en la naturaleza (fractales).
Antes bien: la recursión, como método formal, que nos ayuda a especificar operaciones que, de otra forma, podrían parecer incluso contraintuitivas, es algo que cobró relevancia con la computación. Mediante lenguajes funcionales que evitan bucles para explorar expresiones declarativas, y en este sentido, no sólo presenta una de sus facetas más elegantes sino compactas.
Ello, por supuesto, no significa en ningún caso que entender la recursividad sea fácil. Acceder a niveles elevados de abstracción no es tarea sencilla, y la recursividad conlleva añadir niveles de abstracción. No es explícita, sino implícita; No da un rango, sino un caso base. Creando así distintas ramificaciones que no son fáciles de seguir para una mente sin entrenamiento.
En fin, esta entrada, aun cuando carece de sentido, nació de un recuerdo que no quería que fuera tardío.
Los recuerdos siempre son eternos mientras siguen con vida los que lo vivieron.
Cita extraída de su libro más popular: Godel, Escher, Bach: An Eternal Golden Braid. Que recomiendo leer:
Los recuerdos son eternos mientras puedan rememorarse... que deba ser la mente que los crea la única que los posea es cuestión de tiempo (¿o no?): ¿podremos fotocopiar mentes?... igual la física cuántica y el principio de incertidumbre lo prohíbe... pero este recuerdo en concreto es formal y transferible por escrito... ¿los recuerdos no formales son realmente recuerdos o la mera rememoración los transforma?... y volvemos a la física cuántica: observar implica cambiar (colapso de la función de onda). Si los recuerdos cambian: ¿son una ficción? ¿nos engañamos todos los días?¿conocerte a tí mismo implica que aceptas que no eres un ser definido?... me he vuelto a ir de tema Camilo (a buen entendedor): ese soy yo.