Todos somos idiotas según con quién nos comparemos, esto lo explicó muy bien Maxime Rovere en su libro ¿Qué hacemos con los idiotas?: Para no ser uno de ellos. Lo mismo ocurre con el anglicismo, senior. Ahora todos quieren ser senior, por estatus, por prestigio, o por vanidad personal. Algunos en su delirio han llegado a afirmar «no importa ganar poco [dinero], mientras me digan senior». En ese camino hacia la locura podemos prever que si nos comparamos con alguien que no sabe hacer ni un «¡Hola, Mundo!» —en Python— entonces somos senior con respecto a tal desdichado. Esto es verdad. Otro desdichado, pero con ínfulas de superioridad, podría advertir «“Senior” depende de la empresa que te contrate, si ellos te dicen que eres senior, pues ¡eres senior!» y con eso creen haber resuelto el problema, sin embargo, esta cuestión que parece un tema menor, de solo categorización, estriba en un problema mayor, epistemológico, ¿cómo saber que sabemos?
Yo añadiría que un generalista/senior suele sufrir del síndrome del impostor: pese al background teórico y práctico, cada proyecto nuevo es eso: nuevo.
Te encuentras con escenarios tecnológicos nuevos a los que debes adaptarte, necesidades nuevas que nunca has tratado, ... vuelves a experimentar todo el proceso (formación, adquisición de visión global, adquisición de visión detallada, ...).
La edad te permite aceptar el coste de ese proceso de adaptación y también, es curioso, a detectar que muchos "expertos" con los que convives son solo martillos que solo ven clavos...
De hecho, suelo desconfiar de quien no sufre de ese síndrome: es un síntoma de que no está acostumbrado a la adaptación ni siente la necesidad de profundizar.
Muy buen post. Lamentablemente, muchas veces profesionales con potencial para producir tecnología deben convertirse en usuarios de productos y plataformas generadas en el hemisferio norte. Esto ocurre por ejemplo en Latino América. Los temas que mencionas se encuentran en los cimientos de la computación, y creo se llegan a realmente dominar cuando diseñas y desarrollas software de base. En definitiva el volumen de perfiles senior auténticos quizás esté correlacionado con la cantidad y calidad de las oportunidades que el mercado ofrece.
Yo añadiría que un generalista/senior suele sufrir del síndrome del impostor: pese al background teórico y práctico, cada proyecto nuevo es eso: nuevo.
Te encuentras con escenarios tecnológicos nuevos a los que debes adaptarte, necesidades nuevas que nunca has tratado, ... vuelves a experimentar todo el proceso (formación, adquisición de visión global, adquisición de visión detallada, ...).
La edad te permite aceptar el coste de ese proceso de adaptación y también, es curioso, a detectar que muchos "expertos" con los que convives son solo martillos que solo ven clavos...
De hecho, suelo desconfiar de quien no sufre de ese síndrome: es un síntoma de que no está acostumbrado a la adaptación ni siente la necesidad de profundizar.
Entre "impostores" nos entendemos :-)
Muy buen post. Lamentablemente, muchas veces profesionales con potencial para producir tecnología deben convertirse en usuarios de productos y plataformas generadas en el hemisferio norte. Esto ocurre por ejemplo en Latino América. Los temas que mencionas se encuentran en los cimientos de la computación, y creo se llegan a realmente dominar cuando diseñas y desarrollas software de base. En definitiva el volumen de perfiles senior auténticos quizás esté correlacionado con la cantidad y calidad de las oportunidades que el mercado ofrece.