Con su indumentaria preparada, un largo sombrero negro que parecía contener un conejo, una corbata con figuras simétricas, una camisa de color plata que a veces colgaba en el viejo perchero para ser usada en caso de emergencia, y una nariz roja para cuando comience el espectáculo.
Qué hermoso, de lo más bonito que he leído en bastante tiempo.