Este texto es un fragmento de otro texto que estoy escribiendo y que, si las cosas resultan, anunciaré en su debido momento. Todos aspiramos a ser mejores en algún ámbito de nuestra vida: mejores amigos, mejores parejas, mejores hijos, mejores padres… Y para aquellos de nosotros que disfrutamos de la programación, también hemos anhelamos convertirnos en ser mejores programadores. Una aspiración que surge en nuestra primera etapa como creadores de código, embriagados por la emoción que resulta ver nuestro progreso. Sin embargo, debemos reconocer que esta búsqueda de mejora no siempre es posible y, en muchos casos, es una insignificante
Ilusiones son simples ilusiones
Ilusiones son simples ilusiones
Ilusiones son simples ilusiones
Este texto es un fragmento de otro texto que estoy escribiendo y que, si las cosas resultan, anunciaré en su debido momento. Todos aspiramos a ser mejores en algún ámbito de nuestra vida: mejores amigos, mejores parejas, mejores hijos, mejores padres… Y para aquellos de nosotros que disfrutamos de la programación, también hemos anhelamos convertirnos en ser mejores programadores. Una aspiración que surge en nuestra primera etapa como creadores de código, embriagados por la emoción que resulta ver nuestro progreso. Sin embargo, debemos reconocer que esta búsqueda de mejora no siempre es posible y, en muchos casos, es una insignificante