Fíjese, todos hemos tenido que despedirnos de algo que queríamos: una fiel mascota, un buen amigo que se va a vivir a otra ciudad, una pareja que se transforma en «ex-pareja» —«¿por buenas razones?»—, o un familiar que lamentablemente fallece. Todo hemos perdido algo en nuestra vida —y por lo general lo aprendemos pronto—. Es normal. Es parte de ser humanos.
Nada es para siempre, dicen
Nada es para siempre, dicen
Nada es para siempre, dicen
Fíjese, todos hemos tenido que despedirnos de algo que queríamos: una fiel mascota, un buen amigo que se va a vivir a otra ciudad, una pareja que se transforma en «ex-pareja» —«¿por buenas razones?»—, o un familiar que lamentablemente fallece. Todo hemos perdido algo en nuestra vida —y por lo general lo aprendemos pronto—. Es normal. Es parte de ser humanos.