Cronos, hijo de Gea (el cielo) y Urano (la tierra), es la personificación de lo que no somos capaces de ver, pero presente en nosotros nos acarrea a su inexorable existencia: el tiempo. Desde la antigüedad sabemos que hay tres distinciones temporales: el pasado, el presente y el futuro. Pero parece que tenemos una relación especial con la del medio, el presente, acaso porque es la única que sentimos que podemos «atrapar».
En algo me recuerda la historia de Sísifo.